lunes, 5 de diciembre de 2016

Sobre la pluralidad informativa y la percepción social del delito

Resumen:

¿En nuestras sociedades modernas dominadas por los grandes medios de comunicación, tales como la televisión, internet, radio y medios impresos, es una realidad el pluralismo informativo?

¿La percepción del delito por parte de los ciudadanos está determinada por la manipulación de la información que realizan los grandes medios de comunicación?

La idea central de este ensayo se relaciona con la imposición de una sola óptica para la interpretación del espacio público y con la falta de libertad informativa causada por la monopolización en el control y difusión de la información; especial análisis se hará de la percepción que domina en la opinión pública acerca del delito, misma que se encuentra modelada por el tratamiento de la problemática que realizan los medios masivos de comunicación. El control de la información por parte de los medios masivos que la monopolizan, no permite al ciudadano formar una opinión propia sobre el fenómeno del delito, en cuanto a sus causas, diversificación y grado de prevalencia. Para el soporte del análisis, se consultaron artículos de los siguientes autores: Miryam Alcalá, (2013) O. D’Adamo (2007) y V. García Beadoux (2007).  El método utilizado es el análisis comparativo de las distintas fuentes y la vinculación de los conceptos y los datos que se relacionan entre ellas, para la obtención de mis conclusiones propias. Las fuentes consultadas tratan sobre el impacto de la concentración mediática en el pluralismo informativo y sobre la percepción social de la inseguridad impuesto por los medios de comunicación de masas. Las palabras clave son: pluralismo informativo, medios de comunicación, comunicación de masas y percepción del delito.

Para el análisis de la información y la elaboración de las conclusiones, partimos del hecho de que la información y su difusión son necesarios para el desarrollo de una opinión pública, dentro de un marco democrático en el que en teoría prevalecen las libertades y medios de comunicación disponibles y accesibles para todos los ciudadanos.

El objetivo del ensayo es analizar las dificultades que tiene una sociedad moderna para garantizar el pluralismo informativo, en el marco de la tendencia a la monopolización de los medios de comunicación y de su tendencia a elegir los temas que se consideran “importantes” en materia de seguridad y percepción del delito.

Rallo Lombarte (2000) afirma que el pluralismo informativo se relaciona con la diversidad y la proliferación de medios de comunicación; mientras más fuentes de información existen, mayor es la capacidad de elección de los ciudadanos. (p. 65). Zamora (2004) afirma que aunque las empresas mediáticas se rigen por criterios económicos, son capaces de convertir en asunto público cualquier cuestión social o privada. (p. 66). De ahí la importancia de que los medios brinden información abierta que permita la toma de decisiones y defienda los intereses colectivos. La opinión pública debe ser plural y no estar determinada únicamente por algunos medios de comunicación, en base a las necesidades del mercado.

Sánchez Noriega (1997) señala que los medios de comunicación brindan las claves para interpretar la realidad, ayudan a fijar la agenda política, generan o frenan el compromiso social por medio de canalizar o diluir las demandas sociales, promoviendo  o desactivando la participación política.

El problema es que a pesar de que existen leyes que pretenden garantizar la pluralidad  informativa, hay una competencia desleal que deriva en el abuso de posiciones dominantes en ciertos mercados. Lo que da lugar a esto es el volumen de capital que se requiere para que una empresa pueda competir, siendo así que sólo los grandes consorcios toman el riesgo de invertir en ciertos sectores, generando los monopolios. Las fusiones entre empresas y el predominio en el sector audiovisual también genera la concentración de los medios de comunicación. Otra causa de la concentración es la mala regulación de los medios de comunicación por parte del Estado, ya que los intereses del partido en el gobierno tienden a imponerse sobre las exigencias del público.

Como resultado de lo anterior tenemos que el pluralismo no se garantiza sólo con la libertad de creación de los medios, pues las empresas se enfrentan a dificultades económicas y técnicas, así como a controles partidistas. Entre más grande sea la empresa, mayor será su control y los beneficios obtenidos del gobierno en términos de franquicias, subvenciones o concesiones. De este modo, interfieren de manera importante en temas políticos públicos e incluso influyen en los procesos electorales. La concentración implica poder y prestigio para los propietarios. Al concentrarse en unas pocas empresas el control de la información tenemos un efecto negativo sobre la diversidad de opciones y la pluralidad del contenido.



Miryam Alcalá (2013) nos dice que los Estados europeos han puesto en práctica medidas para fomentar el pluralismo, como las subvenciones a los medios o las ayuda a productores independientes. Estados Unidos y Suecia son ejemplos de lo anterior. Sin embargo, en países como México, en vez de construir progreso social, las subvenciones llevan a generar dependencia con el estado. Sin duda, el ejercicio profesional del periodismo representa un gran compromiso social; es sujeto e instrumento de la libertad de expresión. Como nadie, debe contribuir al pluralismo informativo democrático, lo que implica una absoluta responsabilidad en su ejercicio comunicativo. Si se considera que el receptor es el elemento principal del proceso comunicativo, el ejercicio periodístico será más incidente como generador de opinión pública.

La existencia de monopolios u oligopolios en la propiedad de los medios masivos de comunicación establece medidas que impiden la comunicación y la circulación de ideas. Silenciar la libertad informativa  es incompatible con lo establecido en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

En nuestro país, por ejemplo, el pluralismo en el debate democrático se encuentra limitado porque el gobierno no adopta un marco normativo que promueva la desconcentración de la radio y la televisión y que contribuya a generar un espacio mediático plural y accesible a todos los sectores de la población. En nuestro país los pocos y grandes medios predominantes establecen una pared casi impenetrable para que nuevos competidores puedan ingresar. Si a lo anterior agregamos la violencia  e impunidad que sufren los profesionales de la información y la existencia de una sociedad poco informada, el resultado es una participación restringida y la poca atención a los intereses sociales.

En función de lo anterior y en cuanto a la percepción social de la inseguridad, lo que domina en la opinión pública acerca del delito se encuentra modelada por el tratamiento de la problemática que realizan los medios masivos de comunicación. Son los medios los que instalan dentro de las agenda públicas los temas que concentrarán la atención y el debate. Así, los conocimientos que la mayoría tiene acerca de las cuestiones públicas no derivan de la experiencia personal directa, sino de los medios de comunicación que actúan como la principal fuente informativa. Así es como el público determina como “más importante” un tema por sobre otro. Se trata de un proceso selectivo cotidiano que influye en nuestras percepciones y determina los asuntos públicos a los que debemos atender.


Además de decirnos acerca de qué pensar, los medios de comunicación nos brindan explicaciones sobre las causas y consecuencias relacionadas de las cuestiones destacadas. Esto es, que los medios enmarcan los contenidos y su difusión desde los medios hacia el público. Los medios seleccionan qué incluir y qué excluir; enfatizan ciertos aspectos y le quitan importancia a otros; esto influye en el modo en que las personas reflexionaran sobre los asuntos tratados.

De estudios realizados por los autores D´Adamo y Beaudoux (2007) sobre la percepción del delito, se obtiene que ésta se vincula más con el tratamiento que los medios hacen del asunto que de una experiencia directa al respecto por parte de los ciudadanos involucrados en el estudio. Hay un control por parte de los medios sobre la prevalencia e  importancia de los delitos. Incluso, la percepción de aumento del delito y la criminalidad no encuentra apoyo en los datos de la realidad registrados en las estadísticas. Son los modos de representar la realidad por parte de los medios, los que generan un tipo especial de percepción de los delitos, de modo que resultan imágenes distorsionadas y estereotipadas sobre los mismos. Puede darse entonces que, los medios, aún de modo no intencional, colaboran en la creación distorsionada de la violencia social (directa), que genera la sensación en los individuos de que el crimen y el delito son mayores de lo que realmente reflejan las estadísticas, o viceversa. Estas nociones exageradas del predominio de la violencia, tienen sus consecuencias psicológicas concretas: se acentúa el aislamiento, la desconfianza interpersonal, la percepción del mundo como un lugar hostil y peligroso. Estas ideas repercuten en la calidad de vida diaria de las personas que reducen los vínculos sociales sanos.

Hay una marcada tendencia en los medios de comunicación de abordar el tratamiento de la violencia y el delito mediante el seguimiento y difusión de casos concretos. La audiencia va recogiendo los datos que les brindan los medios sobre esos casos y con ellos establece parámetros a través de los cuales define otros casos y en general, el fenómeno de la violencia.

Conclusiones:

Creo que la información analizada y mi análisis me llevan a considerar que el pluralismo informativo es una de las grandes ambiciones de las sociedades modernas; y que sólo los países mayormente democráticos pueden presumir de una relativa pluralidad informativa, ya que existen medidas y leyes que se observan para que así sea. Pienso que en nuestro país hace falta mucho para avanzar al respecto. Creo también que el grado de conciencia social y política de los ciudadanos de un país determina el nivel de desarrollo de la pluralidad informativa. En cuanto a la percepción del delito, creo que, si es menor la experiencia directa que las personas tienen sobre cierto asunto, mayor será su dependencia de los medios masivos de comunicación, tanto para la obtención de información como para la interpretación sobre los hechos o fenómenos delincuenciales. La pluralidad informativa y la capacidad ciudadana para acceder críticamente a ella, le permitirá comprender y enfrentar mejor el fenómeno del delito, que ha degradado hoy en día los vínculos sociales en nuestro país.





Lista de fuentes

-        Alcalá, M. (2013), Impacto de la concentración mediática en el pluralismo informativo, Revista Derecom, Madrid, España.

-        D´ Adamo O, y Beaudoux, V. (2007), Medios de comunicación de masas y percepción social de la inseguridad, Boletín de psicología, Valencia, España.









Impacto de la concentración mediática en el pluralismo informativo

La autora es Miryam Alcalá y es profesora en la carrera de Derecho en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, maestrante en Derecho de la Información y Becaria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México. El texto se produjo en la revista electrónica Derecom. La Revista Derecom es una publicación electrónica trimestral vinculada a la Sección Departamental de Derecho Constitucional de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, España (UCM). El objetivo principal de la Revista Derecom es la difusión de investigaciones y opiniones en materia de derecho de la información. Los editores son la Universidad Complutense: Facultad de Ciencias de la Información. El texto se publicó en la No. 15. Septiembre- Noviembre del 2013.
El texto se produjo en base a fuentes existentes de libros de derecho y ciencias sociales, normativas de derechos civiles y políticos, leyes para radio y televisión españolas, la Constitución Española de 1978 y referencias documentales, cómo: La libertad de expresión, Maco jurídico interamericano sobre el derecho a la libertad de expresión y, Diagnóstico sobre la situación de los derechos humanos en México.
El propósito del texto es mostrar como la concentración de medios de comunicación impone una sola línea e interpretación de la opinión pública, y restringen el derecho a la información, su difusión y libertad de expresión, imposibilitando que el ciudadano disponga de materia prima para formar opiniones propias e iniciar el proceso de debate.








Medios de comunicación de masas y percepción social de la inseguridad

Orlando D´Adamo es doctor en “Procesos contemporáneos en la sociedad de la información” y licenciado en Psicología. Desempeña como profesor de Psicología Política en la Universidad de Belgrano y de Buenos Aires, Argentina, así como director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano. Tiene una maestría en Periodismo y ha cursado estudios de Seminario en “Estudios de audiencia y opinión pública”. Ha impartido conferencias en diversas universidades de Madrid, España y es autor de 9 libros y más de 40 artículos sobre comunicación política, medios de comunicación y opinión pública.
Virginia García Beaudoux es especialista en comunicación política,
directora de Communicatio, consultora de comunicación estratégica y
Codirectora del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano.
Asimismo desempeña como consultora para capacitaciones en comunicación política para candidatos y funcionarios de gobierno en América Latina. Es también profesora de Opinión Pública y Análisis Político en la Universidad de Buenos Aires, y de psicología en la Universidad de Belgrano. Es autora de 10 libros y numerosos artículos en comunicación  política.
La fuente se produjo en el número 90 del Boletín de Psicología virtual de la Universidad de Valencia. Es una revista dedicada a la com­prensión de los fenómenos psicológicos y su manifestación en los distintos ámbitos de la vida personal y social. Desde los comienzos de los años ochenta viene difundiendo las aportaciones teóricas y empíricas de especialistas de distintos campos, aunque dedica es­pecial atención a las dimensiones teóricas y conceptuales. Está in­corpora­da a las bases de datos internacio­nales. El texto se publicó en Julio del 2007, págs. 19-32.
El texto fue escrito en base a diversas fuentes de información, tales como: Libros especializados en investigación social y sondeo de opinión, “Viviendo con la televisión: El perfil de violencia”, “Los efectos de los medios de comunicación”, “La investigación de la comunicación de masas” y “The Mass Media and Public Opinion”.

El propósito del texto es analizar la potencial influencia de los medios de comunicación de masas en la vida cotidiana de las personas y el modo en que la opinión pública percibe el crimen y la violencia social. 

martes, 22 de noviembre de 2016

Sobre la pluralidad informativa y la percepción social del delito

Resumen:

La idea central de este ensayo se relaciona con la imposición de una sola óptica para la interpretación del espacio público y con la falta de libertad informativa causada por la monopolización en el control y difusión de la información; especial análisis se hará de la percepción que domina en la opinión pública acerca del delito, misma que se encuentra modelada por el tratamiento de la problemática que realizan los medios masivos de comunicación. El control de la información por parte de los medios masivos que la monopolizan, no permite al ciudadano formar una opinión propia sobre el fenómeno del delito, en cuanto a sus causas, diversificación y grado de prevalencia. Las fuentes consultadas tratan sobre el impacto de la concentración mediática en el pluralismo informativo y sobre la percepción social de la inseguridad impuesto por los medios de comunicación de masas. Las palabras clave son: pluralismo informativo, medios de comunicación, comunicación de masas y percepción del delito.
Para el análisis de la información y la elaboración de las conclusiones, partimos del hecho de que la información y su difusión son necesarios para el desarrollo de una opinión pública, dentro de un marco democrático en el que en teoría prevalecen las libertades y medios de comunicación disponibles y accesibles para todos los ciudadanos.

Introducción:

El objetivo del ensayo es analizar las dificultades que tiene una sociedad moderna para garantizar el pluralismo informativo, en el marco de la tendencia a la monopolización de los medios de comunicación y de su tendencia a elegir los temas que se consideran “importantes” en materia de seguridad y percepción del delito. Para el soporte del análisis, se consultaron artículos de los siguientes autores: Miryam Alcalá, O. D’Adamo y V. García beadoux. El método utilizado es el análisis comparativo de las distintas fuentes y la vinculación de los conceptos y los datos que se relacionan entre ellas, para la obtención de mis conclusiones propias.

Desarrollo:

Hay dos preguntas guías en las que se basa el análisis a realizar: ¿En nuestras sociedades modernas dominadas por los grandes medios de comunicación, es una realidad el pluralismo informativo?, ¿la percepción del delito por parte de los ciudadanos está determinada por la manipulación de la información que realizan los grandes medios de comunicación?

Rallo Lombarte afirma que el pluralismo informativo se relaciona con la diversidad y la proliferación de medios de comunicación; mientras más fuentes de información existen, mayor es la capacidad de elección de los ciudadanos. Zamora afirma que aunque las empresas mediáticas se rigen por criterios económicos, son capaces de convertir en asunto público cualquier cuestión social o privada. De ahí la importancia de que los medios brinden información abierta que permita la toma de decisiones y defienda los intereses colectivos. La opinión pública debe ser plural y no estar determinada únicamente por algunos medios de comunicación, en base a las necesidades del mercado.

Sánchez Noriega señala que los medios de comunicación brindan las claves para interpretar la realidad, ayudan a fijar la agenda política, generan o frenan el compromiso social por medio de canalizar o diluir las demandas sociales, promoviendo  o desactivando la participación política.

El problema es que a pesar de que existen leyes que pretenden garantizar la pluralidad  informativa, hay una competencia desleal que deriva en el abuso de posiciones dominantes en ciertos mercados. Lo que da lugar a esto es el volumen de capital que se requiere para que una empresa pueda competir, siendo así que sólo los grandes consorcios toman el riesgo de invertir en ciertos sectores, generando los monopolios. Las fusiones entre empresas y el predominio en el sector audiovisual también genera la concentración de los medios de comunicación. Otra causa de la concentración es la mala regulación de los medios de comunicación por parte del Estado, ya que los intereses del partido en el gobierno tienden a imponerse sobre las exigencias del público.

Como resultado de lo anterior tenemos que el pluralismo no se garantiza sólo con la libertad de creación de los medios, pues las empresas se enfrentan a dificultades económicas y técnicas, así como a controles partidistas. Entre más grande sea la empresa, mayor será su control y los beneficios obtenidos del gobierno en términos de franquicias, subvenciones o concesiones. De este modo, interfieren de manera importante en temas políticos públicos e incluso influyen en los procesos electorales. La concentración implica poder y prestigio para los propietarios. Al concentrarse en unas pocas empresas el control de la información tenemos un efecto negativo sobre la diversidad de opciones y la pluralidad del contenido.

Miryam Alcalá nos dice que los Estados europeos han puesto en práctica medidas para fomentar el pluralismo, como las subvenciones a los medios o las ayuda a productores independientes. Estados Unidos y Suecia son ejemplos de lo anterior. Sin duda, el ejercicio profesional del periodismo representa un gran compromiso social; es sujeto e instrumento de la libertad de expresión. Como nadie, debe contribuir al pluralismo informativo democrático, lo que implica una absoluta responsabilidad en su ejercicio comunicativo. Si se considera que el receptor es el elemento principal del proceso comunicativo, el ejercicio periodístico será más incidente como generador de opinión pública.

La existencia de monopolios u oligopolios en la propiedad de los medios masivos de comunicación establece medidas que impiden la comunicación y la circulación de ideas. Silenciar la libertad informativa  es incompatible con lo establecido en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

En nuestro país, por ejemplo, el pluralismo en el debate democrático se encuentra limitado porque el gobierno no adopta un marco normativo que promueva la desconcentración de la radio y la televisión y que contribuya a generar un espacio mediático plural y accesible a todos los sectores de la población. En nuestro país los pocos y grandes medios predominantes establecen una pared casi impenetrable para que nuevos competidores puedan ingresar. Si a lo anterior agregamos la violencia  e impunidad que sufren los profesionales de la información y la existencia de una sociedad poco informada, el resultado es una participación restringida y la poca atención a los intereses sociales.

En función de lo anterior y en cuanto a la percepción social de la inseguridad, lo que domina en la opinión pública acerca del delito se encuentra modelada por el tratamiento de la problemática que realizan los medios masivos de comunicación. Son los medios los que instalan dentro de las agenda públicas los temas que concentrarán la atención y el debate. Así, los conocimientos que la mayoría tiene acerca de las cuestiones públicas no derivan de la experiencia personal directa, sino de los medios de comunicación que actúan como la principal fuente informativa. Así es como el público determina como “más importante” un tema por sobre otro. Se trata de un proceso selectivo cotidiano que influye en nuestras percepciones y determina los asuntos públicos a los que debemos atender.

Además de decirnos acerca de qué pensar, los medios de comunicación nos brindan explicaciones sobre las causas y consecuencias relacionadas de las cuestiones destacadas. Esto es, que los medios enmarcan los contenidos y su difusión desde los medios hacia el público. Los medios seleccionan qué incluir y qué excluir; enfatizan ciertos aspectos y le quitan importancia a otros; esto influye en el modo en que las personas reflexionaran sobre los asuntos tratados.

De estudios realizados sobre la percepción del delito, se obtiene que ésta se vincula más con el tratamiento que los medios hacen del asunto que de una experiencia directa al respecto por parte de los ciudadanos involucrados en el estudio. Hay un control por parte de los medios sobre la prevalencia e  importancia de los delitos. Incluso, la percepción de aumento del delito y la criminalidad no encuentra apoyo en los datos de la realidad registrados en las estadísticas. Son los modos de representar la realidad por parte de los medios, los que generan un tipo especial de percepción de los delitos, de modo que resultan imágenes distorsionadas y estereotipadas sobre los mismos. Puede darse entonces que, los medios, aún de modo no intencional, colaboran en la creación distorsionada de la violencia social, que genera la sensación en los individuos de que el crimen y el delito son mayores de lo que realmente reflejan las estadísticas, o viceversa. Estas nociones exageradas del predominio de la violencia, tienen sus consecuencias psicológicas concretas: se acentúa el aislamiento, la desconfianza interpersonal, la percepción del mundo como un lugar hostil y peligroso. Estas ideas repercuten en la calidad de vida diaria de las personas que reducen los vínculos sociales sanos.

Hay una marcada tendencia en los medios de comunicación de abordar el tratamiento de la violencia y el delito mediante el seguimiento y difusión de casos concretos. La audiencia va recogiendo los datos que les brindan los medios sobre esos casos y con ellos establece parámetros a través de los cuales define otros casos y en general, el fenómeno de la violencia.

Conclusiones:

Creo que la información analizada y mi análisis me llevan a considerar que el pluralismo informativo es una de las grandes ambiciones de las sociedades modernas; y que sólo los países mayormente democráticos pueden presumir de una relativa pluralidad informativa, ya que existen medidas y leyes que se observan para que así sea. Pienso que en nuestro país hace falta mucho para avanzar al respecto. Creo también que el grado de conciencia social y política de los ciudadanos de un país determina el nivel de desarrollo de la pluralidad informativa. En cuanto a la percepción del delito, creo que, si es menor la experiencia directa que las personas tienen sobre cierto asunto, mayor será su dependencia de los medios masivos de comunicación, tanto para la obtención de información como para la interpretación sobre los hechos o fenómenos delincuenciales. La pluralidad informativa y la capacidad ciudadana para acceder críticamente a ella, le permitirá comprender y enfrentar mejor el fenómeno del delito, que ha degradado hoy en día los vínculos sociales en nuestro país.



Impacto de la concentración mediática en el pluralismo informativo

La autora es Miryam Alcalá y es profesora en la carrera de Derecho en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, maestrante en Derecho de la Información y Becaria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México. El texto se produjo en la revista electrónica Derecom. La Revista Derecom es una publicación electrónica trimestral vinculada a la Sección Departamental de Derecho Constitucional de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, España (UCM). El objetivo principal de la Revista Derecom es la difusión de investigaciones y opiniones en materia de derecho de la información. Los editores son la Universidad Complutense: Facultad de Ciencias de la Información. El texto se publicó en la No. 15. Septiembre- Noviembre del 2013.

El texto se produjo en base a fuentes existentes de libros de derecho y ciencias sociales, normativas de derechos civiles y políticos, leyes para radio y televisión españolas, la Constitución Española de 1978 y referencias documentales, cómo: La libertad de expresión, Maco jurídico interamericano sobre el derecho a la libertad de expresión y, Diagnóstico sobre la situación de los derechos humanos en México.

El propósito del texto es mostrar como la concentración de medios de comunicación impone una sola línea e interpretación de la opinión pública, y restringen el derecho a la información, su difusión y libertad de expresión, imposibilitando que el ciudadano disponga de materia prima para formar opiniones propias e iniciar el proceso de debate.


  

Medios de comunicación de masas y percepción social de la inseguridad

Orlando D´Adamo es doctor en “Procesos contemporáneos en la sociedad de la información” y licenciado en Psicología. Desempeña como profesor de Psicología Política en la Universidad de Belgrano y de Buenos Aires, Argentina, así como director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano. Tiene una maestría en Periodismo y ha cursado estudios de Seminario en “Estudios de audiencia y opinión pública”. Ha impartido conferencias en diversas universidades de Madrid, España y es autor de 9 libros y más de 40 artículos sobre comunicación política, medios de comunicación y opinión pública.

Virginia García Beaudoux es especialista en comunicación política, directora de Communicatio, consultora de comunicación estratégica y codirectora del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano. Asimismo desempeña como consultora para capacitaciones en comunicación política para candidatos y funcionarios de gobierno en América Latina. Es también profesora de Opinión Pública y Análisis Político en la Universidad de Buenos Aires, y de psicología en la Universidad de Belgrano. Es autora de 10 libros y numerosos artículos en comunicación  política.

La fuente se produjo en el número 90 del Boletín de Psicología virtual de la Universidad de Valencia. Es una revista dedicada a la com­prensión de los fenómenos psicológicos y su manifestación en los distintos ámbitos de la vida personal y social. Desde los comienzos de los años ochenta viene difundiendo las aportaciones teóricas y empíricas de especialistas de distintos campos, aunque dedica es­pecial atención a las dimensiones teóricas y conceptuales. Está in­corpora­da a las bases de datos internacio­nales. El texto se publicó en Julio del 2007, págs. 19-32.

El texto fue escrito en base a diversas fuentes de información, tales como: Libros especializados en investigación social y sondeo de opinión, “Viviendo con la televisión: El perfil de violencia”, “Los efectos de los medios de comunicación”, “La investigación de la comunicación de masas” y “The Mass Media and Public Opinion”.

El propósito del texto es analizar la potencial influencia de los medios de comunicación de masas en la vida cotidiana de las personas y el modo en que la opinión pública percibe el crimen y la violencia social.


sábado, 8 de octubre de 2016

Definición de opinión pública

El concepto de opinión pública es aquel que se utiliza para hacer referencia a las diferentes formas de expresión que una comunidad puede tener respecto de temas públicos, no privados. La idea de la opinión pública existe desde hace tiempo ya, siempre que se hable de la reacción o de la forma de pensar del pueblo ante determinados eventos políticos, sociales, económicos o culturales. 
Si bien en muchos casos la idea de opinión pública se relaciona con cuestiones políticas y el modo en que los integrantes de una comunidad ven a determinados funcionarios públicos, candidatos políticos y personalidades gubernamentales, la verdad es que el concepto no se limita solamente al ámbito político y puede muchas veces demostrar reacción u formas de pensamiento ante eventos sociales, económicos, culturales, incluso del mundo del espectáculo o la farándula. 

domingo, 11 de septiembre de 2016

Opinión pública y Guerra Civil Española

El estudio de la opinión pública y sus distintas interpretaciones han sido estudiados por varios teóricos desde el surgimiento de la misma hasta hoy en día y nos sirve para poder comprender diversos fenómenos sociales que han acontecido a lo largo de la historia y los efectos que han suscitado. A continuación se pretende analizar los distintos significados de la o.p.p con relación a la influencia que se tuvo en la guerra civil española. Baker menciona que existe una paradoja en el concepto de opinión pública; el término une el “uno” y el “muchos”, enlaza los beneficios colectivos con las preferencias individuales con la finalidad de lograr un bienestar común. Este surge en la Ilustración en Europa, con características como “universalidad, objetividad y racionalidad. Algunas opiniones modernas, como la de Speier; la toma como una clase de presión social y de control sobre las masas. Locke habla de un método que principalmente pretendió ser racional, sin embargo, su enfoque resultó perjudicial, no racional y dotado de una fuerte carga emocional. Menciona que existen tres leyes que norman la conducta humana: La ley divina, civil y de opinión o reputación, también llamada “ley de la moda”.  La ley divina se relaciona con la España rural católica que apoyaba al movimiento de la extrema derecha de Mola y Franco. La iglesia católica se ha visto involucrada en la mayoría de los movimientos bélicos y con los bandos de la extrema derecha.
Speier dice que la opinión pública se basa en intereses comunes de la población y que su fin es alcanza el beneficio común. Ésta se compone de juicios colectivos de la población que afecta al gobierno y a la toma de la decisión política. Habermas la considera ligada al crecimiento del capitalismo y al ascenso de la burguesía; surge en medio del público letrado del siglo XVIII de Europa, la gente comenzaba a opinar sobre asuntos del gobierno y los llevaba a la esfera de lo público; se comenzó a propiciar un intercambio de la información crítica y reflexiva. Fue así como se determinarían sus características básicas de objetividad y racionalidad. Con la llegada del siglo XX, surge una nueva problemática: ¿Cómo identificar la o.p.p dentro de una masa de opiniones individuales? Mill dice que fue necesario un mecanismo que armonizara intereses dispares en la población, surgió así “la democracia” o el voto popular. Se dio apertura a la discusión y a un libre flujo de la información, surgiendo así las bases del pensamiento liberal que veía a la opinión pública como un nuevo tribunal para revisar las acciones del estado. A su vez surge el Estado como “árbitro regulador de individuos que compiten para maximizar sus intereses. La prensa nace como este nuevo tribunal; difunde actividades gubernamentales contra el abuso del poder. Palme menciona que la o.p.p dio voz a la clase media y favoreció la aplicación de reformas liberales y democráticas.
Retomando la idea de Locke y la “ley de la moda”; el habla de una forma de condena social informal y de un enfoque que dista por lo mucho de ser racional, sino más bien, emocional. Pensadores de la Ilustración establecían espectáculos públicos y celebraciones nacionales con el objetivo de favorecer el sentimiento patriótico, más que el apoyo reflexionado. Surge una conducta imitativa y de contagio emocional de las multitudes. Podemos encontrar esta manipulación de masas posteriormente, en la segunda guerra mundial, con el advenimiento de dictaduras fascistas. Ya entrado el siglo XX surgen cinco problemas básicos del público moderno: La falta de competencia; nace de la desatención general del público hacia los asuntos políticos. La falta de recursos; necesidad de los ciudadanos de un sistema político con liderazgo y controversia, eso lo podemos ver en la fuerte influencia ideológica que ejerció Franciso Franco y su gobierno sobre la población que lo apoyaba. La tiranía de las mayorías; White dice que los individuos pertenecientes a las minorías, son dejados solos y desprotegidos en contra de la mayoría dominante. Al comienzo de la guerra civil española, a pesar de haber alcanzado los Republicanos el éxito en las elecciones, fueron estos, conformados por grupos de comunistas, socialistas, obreros, campesinos y anarquistas, los más desprotegidos y vulnerables contra el potente monstruo de la dictadura. Su contraparte, los Nacionalistas recibieron el apoyo de un gran número de fuerzas poderosas como la Falange Española, el ejército, la burguesía y la iglesia católica. La potente influencia que ejerció la dictadura sobre las masas determinó su victoria. Muchos analistas consideran que el poder de la mayoría se convierte en una problemática, si la opinión pública de la mayoría es la que determina, y si la opinión de los más son los políticos, estamos destinados a una sociedad que no se preocupe por tener una opinión crítica ni reflexiva, a una sociedad en decadencia. A la democracia le interesa cultivar la individualidad para asegurar las preocupaciones minoritarias.
La susceptibilidad a la persuasión; dice que el público es persuadido por la emoción y no por la razón. Kornhauser habla de una realización  de la voluntad general dentro de la multitud, realización utilizada por políticos y líderes. Durante la segunda guerra mundial y durante la guerra civil española se implementaron varias estrategias de comunicación para favorecer la ideología del régimen fascista; la más vigorosa de ellas fue la propaganda y la publicidad, a través de estas herramientas persuadió a las masas y las controlaron. Otro problema fue el “Dominio de élites”, en un principio las personas mantenían una relación hostil con el gobierno, progresivamente los regímenes lograron transformar a la masa y hacerla más manejable. El público se mantuvo pasivo y el gobierno dominaba.

Al término de las clases pude comprender un poco más el fenómeno social y el contexto político de la Guerra Civil Española, algunas cosas ya las conocía, otras no. Es interesante conocer como la opinión pública está estrechamente relacionada con disciplinas como la historia, la sociología y la antropología. El cómo influye en los medios de comunicación y la relación que establecen las masas con el gobierno y aquellos seres que están en la cabeza del Estado. 

jueves, 18 de agosto de 2016

Tyrannosaurus rex

El dichoso juego del dinosaurio de Google, es nada más y nada menos que un mero entretenimiento para pasar el rato mientras te quedaste sin internet en tu computadora, ya sea porque se haya ido la luz en tu casa o que al modem se la haya ido la señal. El juego consiste en un dinosaurio que debe ir brincando obstáculos a lo largo de un camino en línea recta, los obstáculos son arbustos y algunas aves que pasan volando; cada vez que superas uno de ellos, sumas puntos y así consecutivamente hasta que fallas y el juego termina. A su vez es una estrategia de mercado que utiliza la empresa Google, para obligarte de alguna manera a quedarte en su navegador y mantenerte entretenido mientras regresa la señal del wifi. Lo he jugado un par de veces y debo decir que sí cumple con su objetivo, me ha mantenido ocupada por unos cuantos minutos, (el tiempo necesario para que regrese el internet) y es divertido, aunque no puedo estar jugándolo más de 10 minutos ya que me comienza a fastidiar.

Blog Helue N. G.

Hola compañeros. Espero que este semestre sea muy bueno y aprendamos cosas nuevas e interesantes. Este es mi blog, soy Helue Núñez G.